En momentos de incertidumbre, como los que estamos viviendo, nada mejor que afinar la creatividad, confiar en esa capacidad innata con la que todos nacemos y permitirla salir
… Y te levantas a media noche, esperando que la musa llame a tu puerta, te impregne del “click” que te hace falta para que llegue la inspiración que necesitas…
En esos momentos, la actividad del cerebro y la consciencia de un creativo de comunicación debería ser objeto de estudio de la Neurociencia cognitiva. O no.
Quizá de pequeños nos llamaron niños “movidos, inquietos”, esos que parecían “rabos de largartija”, y tan sólo éramos abiertos de mente, nos atrevíamos a pensar diferente hasta el punto de desafiarnos a nosotros mismos, saliendo de la rutina. Énfasis por aprender y descubrir de uno mismo.
Esa capacidad innata con la que todos nacemos y que es labrada para unir conceptos, ideas, pensamientos, errores y aciertos… Esa capacidad que nos permite tomar mejores decisiones, cambiar e innovar nuestra realidad y que nos hace alinear nuestros sueños con logros.
Y te das cuenta de que no siempre la musa llega en el momento necesario y vas desarrollando tu capacidad, tu habilidad de raciocinio, a veces estúpido y sin sentido, a veces transgresor y atrevido, a través de una mente en calma capaz de conectar intensamente, directamente con la realidad y así conseguir transformarla. Es ahí donde te das cuenta de que lo que tienes -más que talento, que también- es habilidad en el proceso creativo.
Juan Pajares
Ceo y director de Network Creativa
www.networkcreativa.com