Toma nota de los alimentos que no deben faltar en tu despensa para afrontar las bajas temperaturas y los virus
Empiezas un año nuevo cargado de promesas que te haces. Dejas atrás la persona que has sido para renovar la energía, los órganos y estar enfocada en lo próximo que está por venir. Sin duda, los comienzos son muy estimulantes.
En este preciso momento, con las ilusiones y los compromisos en la mano, me gustaría que te preguntases: ¿Cuántas ganas tienes ahora mismo de conseguir comer sano? ¿Cuánta excitación inicial tienes ahora mismo del 1 al 10 de ser esa persona sana que quieres o de tener el cuerpo sano que deseas? ¿Cómo podrás disfrutar de sentirte ágil o incluso jugar y correr con tus hijos cuando estés bien nutrida?
Estamos en este punto de no retorno. Estás aquí con tus aciertos y tus errores para conseguir una vida saludable que comienza con una alimentación saludable.
El alimento es tu medicina
En España estamos en invierno, la estación más fría del año; con ello llega el momento de alimentarse con nutrientes adecuados para mantenernos alejados de los catarros no deseados y otros virus presentes en el ambiente. Permíteme decirte que si el alimento es tu medicina, tienes en tu mano mantenerlos cerca de ti.
Es frecuente que después de haber consumido un exceso de alimentos en estas fiestas de Navidad y estar relajados tras los días de ajetreo, nuestro organismo necesite depurar las toxinas.
Escucha tu cuerpo
Mi propuesta es sencilla y clara. Los alimentos con micronutrientes, más conocidos como vitaminas, y macronutrientes, conocidos como minerales, hacen de barrera reforzando el sistema inmune encargado de protegernos de infecciones, con el consecuente malestar y caída de energía, mucosidades, malestar emocional, cansancio físico y necesidad de reposo.
Escuchar a tu cuerpo te permite tomarte tu tiempo. Existen alimentos que conoces y que le hacen más complicado a tu cuerpo que sea vulnerable a los catarros. Ocupa tu cuerpo y tu mente en mantener hábitos en alimentación que favorezcan un consumo elevado de frutas y verduras, a la vez que reduces las grasas saturadas y los azúcares. Si aún esto te parece complicado, al menos prueba a compensar los excesos para alejarte de los temibles catarros, tú y los tuyos, que aprovechan las grietas de tu sistema inmunitario.
Los alimentos claves para tener en tu nevera y despensa son:
- Zumos verdes depurativos: consumir frutas depurativas como la piña y hortalizas como las alcachofas, favorecen la eliminación de toxinas en la sangre. El cardo es otro alimento muy recomendable por su capacidad diurética, además presenta insulina entre sus nutrientes, con lo cual es recomendable para persona diabéticas.
- Alimentos ricos en flavonoides y vitaminas E, K, C: la vitamina E y K fortalecen el sistema inmune y se encuentran en verduras de hojas verde, como espinacas, brócoli… Los flavonoides nos previenen de infecciones y aquellos de color rojo nos aportan hierro, prácticos para prevenir anemias. Los encontramos en la granada y los frutos rojos (arándanos, frambuesas). La vitamina C está presente en kiwis, pimientos rojos… ¡En mayor cantidad por 100 g que en las naranjas! Aunque eso sí, debemos asegurarnos que la cantidad sea la adecuada para cumplir con los requisitos mínimos.
- Frutos secos: ricos en Omega 3 que refuerzan nuestros huesos y crean un buen soporte para nuestras articulaciones, además nutren nuestro cerebro para mantener la memoria. Reducen inflamaciones y previene enfermedades cardíacas al controlar los niveles de colesterol. Se encuentran en nueces, lino, chía y pescados azules.
- Caldos calientes de verduras enriquecido con huesos, ricos en colágeno: fortalecen nuestros huesos y nos aportan energía e hidratación. La deshidratación es habitual en invierno por el frío, lo que ocurre es que no la percibimos igual; por ello, con más motivo debemos incrementar nuestro consumo de agua. Añade jengibre para aliviar molestias en la garganta y favorecer la digestión.
- Germinados de legumbres: muy ricos nutritivamente, te aportan vitaminas y son ricos en proteínas vegetales. Los puedes añadir a tu comida cruda. Es interesante que nos acostumbremos a comer un plato crudo de verdura y posteriormente el plato cocinado, las vitaminas son más abundantes y asimilables en las verduras cuando las consumimos crudas.
Desayuna fruta y toma infusiones calientes
Comienza por un hábito sencillo, desayuna fruta diaria en la mañana. Los smoothies de frutas, como la piña, favorecen la hidratación y el proceso de eliminación que sigue haciendo tu sistema digestivo durante la mañana.
Las infusiones calientes son un manto de reposo y calma para tu sistema de regulación interno, entrarás en calor sin añadir nutrientes, pero el confort también es importante. Recuerda que es tu año para cuidarte por dentro primero para luego estarlo por fuera y desprender energía a raudales. Date la importancia que mereces. Esto te lo proporcionará tu alimentación consciente y holística que te sitúa en el centro de cualquier asunto que te corresponda a ti.
Me gustaría que te plantearas la siguiente pregunta: ¿Qué estás dispuest@ a hacer para sentirte sano durante este año? Escribe tus objetivos de manera realista, adecuada a tu momento actual, específica, medible y poniéndoles un tiempo; estas indicaciones te permiten de manera autónoma saber lo que cumples (o no) y cambiar tu estrategia si es necesario, para sí o sí conseguirlos. El trabajo que estás haciendo lo haces desde tu amor propio y capacidad de ser quien te propongas este año.
Feliz año 2021, estás a un paso de tu alimentación sana y nutritiva.
Nuria Ollero
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Naturaleza Savia destaca:
- Te invitamos a que te preguntes: ¿Cuántas ganas tienes ahora mismo de conseguir comer sano? ¿Cuánta excitación tienes ahora mismo del 1 al 10 de ser esa persona sana que quieres o de tener el cuerpo sano que deseas? ¿Cómo podrás disfrutar de sentirte ágil cuando te alimentes bien?
- Estás aquí con tus aciertos y tus errores para conseguir una vida saludable que comienza con una alimentación saludable.
- Para un invierno sano, apuesta por zumos verdes depurativos, frutos rojos y alimentos ricos en vitamina C, frutos secos, caldos, germinados de legumbres, fruta e infusiones.