El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Una mochila. Una mochila llena de piedras. Piedras invisibles, piedras que pasan desapercibidas, piedras a las que no se les da importancia con eso de “es solo una broma”, piedras enormes que mantienen a otras y las alimentan cada día, piedras que maltratan, piedras que asesinan…
Siempre me acuerdo de esa mochila y, en muchas ocasiones a lo largo del día, noto su peso… Pero en un día como hoy, es inevitable ser consciente de su existencia y que resuenen en mi cabeza las voces de las supervivientes que he tenido el honor de conocer y acompañar…
“Me miraba como un depredador a su presa”, “yo no quería pero dejé que siguiera porque iba a ser mucho peor si intentaba pararle… mientras dejaba mi mente en blanco y deseaba que acabara…”, “pasé muchas noches sin dormir pegada al móvil porque si no le contestaba al momento, me bloqueaba, me decía que me iba a dejar, me insultaba y me echaba la culpa de todo…”, “ha conseguido que no me quiera nada, que me dé asco mi cuerpo, que me eche a temblar si alguien me toca o intenta acariciar…”.
Mujeres y niñxs anuladxs y violentadxs durante millones de minutos
Según datos oficiales, 1074 mujeres (y 37 menores hijxs) han sido asesinadas por violencia machista a manos de hombres con los que han mantenido o tenían una relación de pareja. Un número que parece muy fácil de escribir pero cuando te das cuenta de que no es sólo eso, las manos se paralizan. Son vidas, sonrisas rotas, sueños incumplidos, cuerpos vacíos, mujeres y niñxs anuladxs y violentadxs durante millones de minutos, personas con las alas cortadas en mil pedazos…
Y entonces vuelves a pensar en la maldita mochila. Todas las personas tenemos una, incluso antes de nacer, colocada por él… patriarcado. Nos dice cuál debe ser nuestro lugar continuamente con cosas de la vida diaria que no se perciben hasta que no te atreves a mirarlas a los ojos: azul-rosa, camión-muñeca, Frozen-Spiderman, fútbol-danza, fuerte-frágil, racional-emocional, dominante-sumisa, independiente-dependiente, con derechos al placer sexual-eternas desconocidas y con sus placeres apartados… Si has sabido lo que estaría en la mochila de un hombre y una mujer sin que yo lo haya puesto, párate un momento y sigue mirando dentro de ella porque…
Porque entonces te darás cuenta de que 1074 es sólo una punta finísima de todo un enorme y sólido iceberg que se retroalimenta cada minuto con las piedras que van cayendo en nuestras mochilas y las que vamos echando en otras de nuestro alrededor.
La violencia física llega en el momento en el que ya te ha hecho creer que te la mereces
Porque entonces comprenderás que eso de “los que se pelean se desean” aún tiene eco en tu mente cuando ya eres una persona adulta… y entonces verás que cualquier chica o mujer en un momento de su vida en el que recuerde a “su supuesto príncipe azul” puede enamorarse de él porque es lo mejor que le podía pasar y poco a poco, entrará en una telaraña que se va tejiendo cada segundo mientras ella va desapareciendo… No, no todo empieza con un tortazo. La violencia física llega en el momento en el que ya te ha hecho creer que te la mereces.
Pero antes de eso está… el momento de “¿no ves que tus amigas solo quieren separarnos? No entienden lo especial que es lo nuestro”, el día que va a buscarte a la entrada y salida del instituto o del trabajo como un gesto “muy romántico” hasta que empieza a repetirse todos y cada uno de los días porque ya ha visto los hombres
que están contigo en ese lugar pero recibes un “oh tía, qué romántico, está celoso, eso es que le importas, ¡qué suerte!”, el minuto en el que se mete contigo en una cena con tus amigxs o familia pero “ay chica, no te pongas así, ya sabes que le encanta bromear…”, esa mirada con la que te manda callar y sabes que la culpa la tienes tú, ese silencio con el que te castiga por algo que ni tú sabes lo que es, ese día en el que tu hijo repite el mismo insulto que te dice él, esa semana en la que ya dejas de arreglarte y guardas la ropa que a él no le gusta porque “vas provocando”, esa noche en la que viajaste con tu mente hacia otra parte porque tú no querías tener relaciones sexuales pero “es que en una pareja, aunque no te apetezca, tienes que ceder por el otro…” y tantos tantos hilos más en esa telaraña…
Y así consigue llenar tantísimo tu mochila que no puedes moverte y te bloqueas y te quedas en esa jaula de cristal porque hay piedras que te dicen que “nadie te va a querer como yo”, “estás sola, solo me tienes a mí”, “eres mía”… y desapareces…
Hay un día que llega ese amor que SÍ mereces vivir
¡O NO! Porque abres tu mochila y una a una vas picando esas piedras, sin miedo las miras y las dices que se acabó, que quieres ser libre sin un sistema que te diga lo que debes ser y te castiga si te sales de tu supuesto lugar. Y vuelves a conocerte, a enamorarte de ti misma, a vivir… Y conocer a personas que te arropan, que vuelven a valorarte, que creen en ti, a hombres con mochilas llenas de piedras patriarcales que están hartos de llevarlas y que cada día las critican y las expulsan de sus espaldas para ser personas libres, sin un hilo que les maneje como marionetas…
Y vuelves a amar, con todas las letras, a sentir ese amor del bueno que te hace soñar, reír hasta que no puedes más, crecer, que te quiere libre, que te transporta a otros universos descubriendo sensaciones eróticas, que te escucha cuando algo no te gusta y busca soluciones, que te reconoce y te admira… ese amor que SÍ mereces
vivir.
Será un placer acompañarte si necesitas ayuda 🙂
Nieves Lara
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Naturaleza Savia destaca:
- Según datos oficiales, 1074 mujeres (y 37 menores hijxs) han sido asesinadas por violencia machista a manos de hombres con los que han mantenido o tenían una relación de pareja. Un número que parece muy fácil de escribir pero cuando te das cuenta de que no es sólo eso, las manos se paralizan. Son vidas, sonrisas rotas, sueños incumplidos, cuerpos vacíos, mujeres y niñxs anuladxs y violentadxs durante millones de minutos, personas con las alas cortadas en mil pedazos…
- No todo empieza con un tortazo. La violencia física llega en el momento en el que ya te ha hecho creer que te la mereces.
- Poco a poco te van minando hasta que te quedas encerrada en tu jaula de cristal y desapareces ¡o NO! vuelves a conocerte, a enamorarte de ti misma, a vivir… Y conocer a personas que te arropan, que vuelven a valorarte, que creen en ti, a hombres con mochilas llenas de piedras patriarcales que están hartos de llevarlas y que cada día las critican y las expulsan de sus espaldas para ser personas libres, sin un hilo que les maneje como marionetas…
