Las vibraciones del sonido son una magnífica herramienta terapéutica en el desahogo y el alivio del dolor físico o psíquico
La melodía de Akbar
“En Oriente Próximo vivía un hombre llamado Akbar que poseía un maravilloso instrumento de madera tallada a mano con muchas cuerdas que se podían rasguear y hacer sonar. Cada día, durante horas y horas, Akbar tocaba su instrumento, pulsando la misma cuerda y tocando la misma nota una y otra vez.
Finalmente, su mujer no pudo aguantar más.
-Amado esposo -comenzó-, debo hablar contigo. Tienes este instrumento maravilloso con muchas cuerdas extraordinarias, de las cuales pueden surgir innumerables notas y melodías diferentes. Tus amigos tienen el mismo instrumento y usan todas las cuerdas, creando unos sonidos increíbles y variados, distintas melodías y canciones diferentes. Sin embargo, tú, amado esposo, te pasas el día entero sentado, tocando la misma nota sin parar, una y otra vez. ¿Por qué lo haces? ¿Por qué no tocas como tus amigos, creando muchos sonidos y melodías distintas? ¿Por qué sigues pulsando la misma cuerda sin parar una y otra vez?
Akbar sonrió con amor a su mujer y le dijo:
-Amada esposa, la razón de que todos mis amigos toquen tantas cuerdas diferentes y yo siempre la misma es bastante simple: Ellos siguen buscando su melodía, mientras que yo ya he encontrado la mía”.
El sonido sagrado
De los cinco sentidos que posee el ser humano, más el sexto que nos remite a la intuición, el del oído es el que probablemente nos conecta con mayor eficacia a estadios cerebrales elevados. Se ha demostrado que el hombre, en estado fetal, tiene capacidad para recibir los estímulos externos al claustro materno a través de los sonidos amortiguados que le llegan del exterior, de este mundo que, en un corto espacio de tiempo, será el suyo.
De los distintos tipos de memoria que hay, la auditiva es una de las más eficaces y enraizadas. Estudios científicos demuestran que una vez el bebé es dado a luz, éste tiene capacidad para reconocer la voz de la madre que lo llevó en su seno. Es precisamente esta voz la que establecerá un puente entre ambos universos, el íntimo, cálido y privado de la gestación y el que en lo sucesivo será su espacio de desarrollo: el ruidoso, agresivo y hoy por hoy desnaturalizado planeta Tierra.
Los sonidos pueden transportar a estados físicos muy satisfactorio y elevados estadios de conciencia
Entonces, podemos deducir que la voz de la madre es uno de los primeros «sonidos sagrados» con capacidad de influir tanto en las emociones como en la psique profunda. Pero la vibración de esta voz tan querida no es la única que puede aportarnos equilibrio y bienestar. A medida que el bebé entra en las diferentes etapas de madurez, va descubriendo distintos sonidos, en cierta forma sustitutivos, que le pueden transportar a unos estados físicos muy satisfactorios y a unos estadios mucho más elevados de conciencia.
En lugares alejados de los núcleos urbanos, podemos encontrar sonidos sagrados en la Naturaleza. El ruido de la lluvia, el rumor de las olas del mar, el manar de una fuente, el derroche de agua de una cascada, el retumbar de un trueno o el rugir de un volcán y la vibración que producen pueden ayudarnos a relajar nuestras células cerebrales y pensamientos, potenciando la introspección y la paz interna.
Cómo alcanzar el anhelado equilibrio
El hombre puede realizar sonidos que se pueden acercar a la sacralización de los anteriores: mantras, cantos rituales o sagrados como los gregorianos, música clásica, vocalizaciones, sonidos guturales, etc.; estos pueden despertar al ángel que anida adormecido en nuestro interior y nos concede la capacidad de sanación y transmutación.
Objetos materiales realizados por la mano del hombre pueden contribuir a alcanzar este estadio ansiado de equilibrio. Cuencos, campanas y otros instrumentos ancestrales van a ayudarnos a sincronizar nuestra propia vibración energética interior con la música de las esferas y los cuerpos celestes. Estos sonidos nos ayudan a equilibrarnos y despejar las energías nefastas, también del domicilio o en el trabajo e incluso, en caso de enfermedad, potenciarán la sanación tanto del cuerpo como del espíritu.
El sonido es forma
Estos fenómenos maravillosos tienen una explicación. El sonido es vibración y la vibración es música en forma tridimensional. Hans Jenny ha tomado unas fotografías de las formas del sonido en el agua espectaculares. También el japonés Masaru Emoto pasó gran parte de su vida estudiando y publicó varios libros muy interesantes sobre los efectos del sonido y las vibraciones en el agua. Chladni esparció finos granos de arena (o de hierro) sobre una lámina de vidrio o metal e hizo vibrar la lámina golpeándola con el arco de un violín. Instantáneamente, la arena se agrupa formando preciosas formas geométricas, como un mandala. Cuando se trasladaba la lámina de metal a otro sitio, se formaba una figura diferente. Las vibraciones se transmiten en todas direcciones, no sólo en el plano que ha sido sacudido.
Christian Huygens, científico del siglo XVII holandés, notó que cuando dos péndulos se situaban uno junto al otro, empezaban a oscilar al unísono. De manera similar, después de un rato, dos movimientos ondulatorios que son casi, aunque no totalmente iguales, cambian y se vuelven cada vez más similares hasta que llegan a ser iguales. Esto se llama «la adaptación colectiva de fases» o sincronización. Las mujeres están ya familiarizadas con este fenómeno por su ciclo menstrual. Las amigas o hermanas que viven en la misma casa tienen el periodo al mismo tiempo muy a menudo.
¿Qué se quiere decir con unificación de fases? El cuerpo humano es una entidad viviente de vibraciones y longitudes de onda. Un órgano saludable se encuentra bien templado, lo que significa que únicamente vibra con su propia frecuencia, mientras que la frecuencia de un órgano con una disfunción aparece alterada.
Podemos desbloquear la información emocional negativa y así liberar la personalidad de una forma natural
Los sistemas de intercomunicación en el cuerpo físico son los meridianos de acupuntura, el sistema nervioso y la sangre. Los meridianos de acupuntura y el sistema nervioso conducen los mensajes que se reciben a través de los chacras y entonces son químicamente transformados por la sangre. Una vez que el mensaje energético llega a través de los chacras, los meridianos, el sistema nervioso y la sangre, éste acaba en un receptor neuropéptido.
Los neuropéptidos son partículas que graban mensajes que representan la estructura cristalina del cuerpo físico y vibran cada uno a diferente frecuencia, como las notas musicales. Dado que cada neuropéptido vibra como una nota musical en una frecuencia específica, el sonido de la misma frecuencia puede contener una llave de resonancia que puede desbloquear la información codificada en ese neuropéptido. Este fenómeno de resonancia puede usarse para desbloquear la información emocional negativa y poder para así liberar la personalidad de una forma natural.
El poder de nuestra voz
La voz es salud, es una herramienta imprescindible en el rito del desahogo y en el alivio del dolor físico o psíquico. La emisión de voz cantada es una forma muy eficiente de elevar nuestra vibración personal.
Según los últimos descubrimientos de física cuántica, estamos hechos mayoritariamente de vacío y energía vibrando a diferentes frecuencias. Energía es igual a vibración, vibración es igual a sonido, sonido es igual a nota musical. Con el poder de nuestra voz podemos modificar las frecuencias inarmónicas que nos están causando enfermedad, malestar, desequilibrios y bloqueos en nuestro campo energético, cuerpo y mente con el objetivo de alcanzar a un organismo físico y emocional sano.
En la voz está reflejado todo nuestro estado físico y psíquico
No es necesario saber cantar, ni tener conocimientos musicales, ni tan siquiera tener una bonita voz. Cualquier persona que puede hablar puede entonar y se puede beneficiar. Si supiéramos que nuestra sanación está en nuestro interior, que no hay que buscarla fuera, y que la vibración de nuestra voz es el camino más rápido… Es una experiencia musical única. A través de la voz y sus armónicos, y de la vibración pura de los cuencos tibetanos se evocan instantes de paz, relajación, meditación, inspiración e intuición. Mediante el sonido de la voz e instrumentos acústicos es posible alcanzar diferentes estados o niveles de conciencia. Latiremos al unísono con la vibración del sonido y nuestro cuerpo, que es inteligente por naturaleza, resonará con las frecuencias que le sean más afines a nivel terapéutico.
En la voz está reflejado todo nuestro estado físico y psíquico, nuestro estado de coherencia, y sabemos que cambia muy a menudo; hablamos en monótono cuando enfermamos, cuando estamos deprimidos se oye en nuestra voz y cambia también mucho cuando estamos contentos. Cuando aumentamos el sistema de sanación natural es cuando hablamos desde el corazón y con entusiasmo, pues la voz es la herramienta más cercana para conocer nuestro estado de coherencia o salud. Ésta es la forma de medir el mundo de vibraciones dentro nuestro, con nuestra propia voz.
En el mundo que vivimos de intoxicación electromagnética, una simple terapia de color ayuda a mantenernos saludables y a corregir desequilibrios crónicos que hayan sucedido por la adaptación vibracional a nuestro ambiente tecnológico. El universo es vibración, los colores y la luz son la vibración más rápida que perciben nuestros sentidos y es la bioquímica de toda la naturaleza. Un mundo lleno de luz y color es necesario para la salud.
El sonido es la vibración más lenta y densa del espectro electromagnético. Es el verbo, las palabras y la vibración de sonido y ritmo que están en todas partes. Podemos utilizarlo en terapia para ayudar a armonizar a la persona y darle, por medio del sonido, los nutrientes que necesita con relación al peso molecular.
Si cada uno de nosotros fuésemos conscientes de que la energía liberada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a cuidar más lo que decimos.
La conciencia modela la realidad con la intención
Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo, son fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que canaliza el lenguaje -la cual era la manifestación final del pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo.
Es importante comprender el mundo físico que experimentamos todos los días… también la realidad energética que hay en todo. La conciencia modela la realidad con la intención.
Los Chacras de la tierra están conectados con los chacras humanos. Las emociones afectan a los centros energéticos y sólo son dos: miedo y amor. Tenemos 64 códigos de ADN -de 4 elementos-: carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, pero sólo tenemos activos 20 porque las emociones afectan al ADN y bloquean algunos centros, creando la propia realidad (que sólo es emocional).
La resonancia Schumann se está incrementando según la teoría de la secuencia Fibonacci. Nuestros pulsos reaccionan a esto y se llama el circuito secreto: las células reciben este pulso a través del cerebro, que recibe el pulso del corazón, y éste recibe el pulso de la Tierra, que lo recibe del sistema solar y éste lo recibe de la galaxia, que lo ha recibido del Universo.
Todos compartimos el pulso vital universal: todos somos uno.
“El secreto de todas las leyes naturales y humanas es el movimiento que se une a la devoción. El entusiasmo muestra devoción al movimiento; por ello, el cielo y la tierra están de su lado y se mueven con él” (I Ching, libro oracular chino, 1200 a.C.).
Antonio Muñoz
Naturaleza Savia destaca:
- La vibración que produce el ruido de la lluvia, las olas, una fuente, un trueno o un volcán puede ayudarnos a relajar nuestras células cerebrales y pensamientos, potenciando la introspección y la paz interna.
- Sonidos como mantras, cantos rituales o sagrados, música clásica, vocalizaciones o guturales pueden despertar al ángel que anida adormecido en nuestro interior y nos concede la capacidad de sanación y transmutación.
- No es necesario saber cantar, ni tener conocimientos musicales, ni tan siquiera tener una bonita voz. Cualquier persona que puede hablar puede entonar y se puede beneficiar. Nuestra sanación está en nuestro interior y la vibración de nuestra voz es el camino más rápido.
6 Comentarios
Maravilloso e impresionante mi pequeño y Gran Antonio.
Besitos.
Telvi
Muchas gracias Telvi 🙂
Abrazo grande
Maravilloso y cierto👍👏👏👏👏🙏🙏🙏💚💚🥰
🙂
Buen artículo Antonio. ¡Felicidades!
Aunque todo el mundo es consciente del daño o de la felicidad que pueden causar unas simples palabras según sean éstas y la intención del emisor, no se le da demasiada importancia hasta que se reflexiona sobre ello.
La voz comunica nuestro mundo interior con el exterior manifestándose nuestra esencia y nuestra individualidad. Según palabras del Dr. Mario Alonso, “…la palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones (PET) cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades (…) Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harvard han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%…”
¿Es poderosa la voz?
Muchas gracias Jordi!
Si, hay mucho por investigar en ese sentido. Vamos por buen camino 🙂