Está demostrado que quienes conviven con mascotas mejoran su calidad de vida física y emocional
“Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre sin ninguno de sus defectos”, escribió Lord Byron como epitafio a su perro Boatswain.
Gran amante de los animales, el escritor le dedicó a su perro terranova un monumento, posiblemente uno de los más espectaculares dedicados a una mascota, donde se pueden leer estas palabras que definen el sentir de los dueños hacia sus leales compañeros.
Mascota proviene de “mascotte”, amuleto
Quienes tienen animales de compañía pueden darle todo su sentido al origen de la palabra, del francés “mascotte”, que significa mascota o amuleto, con virtudes para alejar desdichas y atraer la buena suerte, algo que se puede ver en sus numerosos beneficios físicos y psicológicos.
Está demostrado que las mascotas mejoran la calidad de vida de las personas con quienes conviven de forma natural. En el plano físico, sólo el hecho de sacarlas a pasear, en el caso de los perros, o de jugar con ellas en casa mejoran el estado de salud y disminuyen el riesgo cardíaco y no sólo por la actividad física. Diversos estudios han demostrado que el simple hecho de acariciar un animal u observarlo disminuye la frecuencia cardíaca. Además, estabilizan la presión sanguínea y refuerzan el sistema inmunológico.
En el ámbito psicológico, se ha comprobado que tener animales de compañía aporta equilibrio y bienestar, es reparador y mejora el estado de ánimo. Ayudan a combatir la depresión, reducen el estrés y la ansiedad, evitan el sentimiento de soledad y aumentan el de felicidad y confianza, mejoran las relaciones sociales y la autoestima y permiten coger el timón de las vidas, tanto de adultos como de menores, ya que aumentan el sentido de responsabilidad, promueven la autonomía e implican una rutina, que ayuda a estructurar el día a día.
Además, facilitan expresar las emociones más íntimas, desde el amor hasta la tristeza o la rabia. Sus beneficios emocionales, muy saludables, son tales que hay numerosas terapias con animales para tratar tanto problemas físicos como psicológicos, entre ellos, niños con autismo o miedosos, ancianos, mujeres maltratadas o personas con Alzheimer.
En España hay 13 millones de mascotas, de las cuales un 89 por ciento son perros
Según la Red Española de Identificación de Animales de Compañías (REIAC), en España hay registradas 13 millones de mascotas, de las cuales un 89 por ciento son perros.
La llegada de una mascota a una vivienda cambia la vida de sus habitantes. Éstas requieren de atención, responsabilidad y tiempo (los españoles invierten una media de tres horas diarias en ellos) y a su vez regalan, además de sus muchos beneficios físicos y psicológicos, amor y lealtad infinitos.
Los animales saben interpretar el estado de ánimo de los humanos. La conexión entre personas y mascotas llega a ser tan fuerte -mayor incluso a veces que entre personas- que se convierten en un miembro de la casa y su marcha puede provocar tanto dolor como si falleciese un familiar. El duelo por una mascota es, según un estudio realizado por la Universidad de Hawai, en Estados Unidos, de seis meses o más para el 30 por ciento de sus dueños y para un 12 por ciento supone una experiencia traumática.
El dolor, además, se agudiza ya que no se sienten comprendidos por aquellos que no han tenido mascotas. El impacto de su muerte, sin embargo, puede ser comparable al de un humano. En España, de hecho, ya hay varios centros que ofrecen apoyo tras la pérdida de la mascota. Como decía el filósofo y escritor Martin Buber, “los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran idioma”. Para sus dueños, perder a su fiel interlocutor es perder una parte de su vida.
Naturaleza Savia destaca:
- La palabra mascota procede del francés “mascotte”, que significa mascota o amuleto, con virtudes para alejar desdichas y atraer la buena suerte.
- Está demostrado que mejoran la calidad de vida de las personas con quienes conviven. Disminuyen la frecuencia cardíaca, estabilizan la presión sanguínea y refuerzan el sistema inmunológico. En el ámbito psicológico, aportan equilibrio y bienestar y mejoran el estado de ánimo.
- La conexión entre personas y mascotas llega a ser tan fuerte -mayor incluso a veces que entre personas- que se convierten en un miembro de la casa y su marcha puede provocar tanto dolor como si falleciese un familiar.