Hoy os traemos una deliciosa receta aderezada con todo lo que implica elaborarla en familia, mucho amor y mucha alegría. Felices fiestas
Este guisado tan rico lo aprendí a hacer más o menos con doce años, me enseñó a hacerlo mi padre. Él decía que era una receta tradicional de su familia. Este año lo haré por primera vez sin él, se lo dedico con todo mi amor y agradecimiento por tantas navidades felices que nos regaló.
Es un guiso hecho a fuego lento, basado en los estofados de toda la vida.
Nosotros encargábamos el pavo más grande todos los años, somos familia numerosa, somos seis hermanos. Nos reuníamos desde el medio día en casa, todos en la cocina, los niños revoloteando tras mi madre y los titos. Mientras cocinamos comíamos y charlábamos e íbamos preparando todo lo necesario. La verdadera fiesta está siempre en la cocina, allí todos juntos .
Cada uno de nosotros nos encargábamos de una cosa distinta, era realmente muy divertido. Yo organizaba y freía el pavo, mis hermanos lo picaban y flambeaban ellos, mis hermanas mayores hacían la ensalada y los aperitivos.
El día de antes todo eran llamadas de teléfono para ultimarlo todo, yo recogía el pavo del mercado, me encantaba el ambiente especial pre Navidad, todos comprando ricas viandas, apresurados con los últimos ingredientes.
Lo mejor de todo es que el tiempo que tardaba en cocinarse eran los mejores ratos de charla y puesta al día de nuestras vidas. Casi siempre terminábamos de cocinar cerca de las doce, porque se nos iba la noción del tiempo. Para cuando ya estaba el pavo cocinado, todos estábamos ya sin hambre, brindábamos por el nacimiento del niño Jesús y servíamos felices la cena tardía. Una vez cenados, empezaban los villancicos, los bailes y la fiesta.
Se puede tomar frío, recalentado al día siguiente y congelar
El estofado de Navidad que sobraba generalmente nos lo llevábamos a casa, está buenísimo tanto frío como recalentado. Así que todos íbamos con nuestros recipientes para llevar a la cena de Nochebuena ya que como todo buen guiso al día siguiente está aún más rico, aguanta perfecto congelado.
Otra grandiosa razón para comerlo con gusto y sin culpa es que ¡es sanísimo!, la carne de pavo es muy buena por no tener grasas saturadas, es una carne muy recomendable para mantener la salud perfecta, no sube el colesterol, ni es pesada su digestión.
Beneficios del pavo
Además de ser baja en grasa, es una carne magra de gran calidad y es de bajo índice glucémico; es decir, aporta muy pocas calorías, sobre todo si se cocina y consume sin la piel.
Al ser una carne muy rica en agua es muy baja en calorías y muy alta en proteínas de gran calidad de muy buena biodisponibilidad.
¡Aún hay más! Pues resulta que esta carne de pavo, al ser muy rica en triptófano, que es un aminoácido que estimula la producción de endorfinas, es relajante y perfecta para tomarla por la noche para poder descansar bien porque esta hormona es precursora de la producción de melatonina, ¿a que parece mentira?
Igualmente, al tener un buen aporte de vitaminas del grupo B, tipo ácido fólico y minerales como el selenio, el magnesio y el hierro ayuda a no tener anemia y a tener más energía y alegría además de los músculos y el sistema óseo a tope, razón por la que es tan común en dietas de deportistas y regímenes de adelgazamiento.
Y seguimos con buenas razones para incluir la carne de pavo no solo en tu menú de Navidad o Acción de Gracias pues aquí no termina la cosa, resulta que además estimula el sistema inmunológico, esto es debido al fabuloso cóctel de minerales y vitaminas que contiene la carne magra de pavo. Es la que más cantidad de proteínas aporta por 100 g de carne.
Ya no os entretengo más, por haber leído hasta aquí os regalo con todo mi amor esta receta familiar que tan buenos recuerdos me trae, espero que os animéis a hacerla, ¡ya veréis cómo les gusta a todos!
PAVO GUISADO DE NOCHEBUENA
Para 4 personas
Elaboración: dificultad media.
Tiempo elaboración: 1’5 h.
Maceración carne: 2-4 h o toda la noche según cantidad.
INGREDIENTES
- 2 muslos y contramuslos de pavo sin piel, partidos en trozos grandes iguales.
- 500 g de guisantes frescos a ser posible.
- 100 g de piñones.
- 2 ñoras secas rehidratadas o pimentón dulce.
- 2 coles Pad Choy.
- 1 copa grande de vino tinto de calidad
- 1/3 de botella de brandy.
- 1,5l de aevo, ecológico a ser posible.
- El zumo de 1 limón.
- Chorro generoso de salsa de soja.
- Sal del himalaya a ser posible.
- Tres pimientas recién molidas.
- 4 dientes de ajo en rodajas finas.
- 2 Alcachofas picadas en cuatro trozos.
Arroz graneado para acompañamiento
- 1 taza de arroz.
- 2 tazas de agua.
- Chorro de aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
- Un todo de cebolla picado muy fino.
Método de cocción del arroz
- Se pone el aceite en la olla con la cebolla y el arroz, se tuesta a fuego bajo hasta que huele y comienza a verse algunos granos tostados ligeramente.
- Entonces, se añaden los dos vasos de agua y la sal, se deja cocer 18 minutos y cuando ya casi no le queda agua a la olla, se aparta del fuego y se tapa. Se deja acabar de cocinar en su propio calor.
- En cuanto está se sirve todo junto.
ELABORACIÓN DEL PAVO
- Se ponen los trozos limpios de pavo en una fuente a macerar con el zumo de limón, la soja, las especies, un buen chorro de aceite y un toque de sal, se mezcla todo bien y se mete en el frigorífico durante un mínimo de 2 h (si sois más de familia lo tenéis que poner a macerar más horas; si lo hacéis entero, que sea toda la noche).
- Después, se pican las verduras, se limpian los guisantes y se pone una sartén honda y grande con el aceite a calentar (yo uso un wok de cobre).
- Cuando el aceite está caliente se ponen a freír los trozos de pavo removiendo continuamente para que no se queme hasta que se sellen y se vean dorados, se apartan en una fuente.
- Entonces, se pone una olla (de éstas de hacer guisados lentos o la olla exprés o un wok) con el fondo cubierto de un poco del aceite de freír el pavo que contiene todo el rico sabor del pavo. Yo el resto lo guardo y voy usándolo en otros estofados y guisados.
- Se añaden todos los ingredientes, las verduras, las ñoras, los piñones, el jugo del macerado, se corrige de sal y se añade la copa de vino y el brandy en el que se cocinará el guisado.
- Se deja a fuego fuerte para que se comience a evaporar el alcohol y entonces se flambea, éste es un momento mágico, es muy divertido y festivo.
- Cuando ya se apagan las llamas, se pone la tapadera y se deja cocer a fuego lento, añadiendo caldo de pollo si necesita más líquido durante 40 ó 60 minutos.
Antes de poner la mesa para comer, hay que preparar la guarnición del pavo. Entre la cocción y el reposo de 12 minutos con la tapa puesta para que termine de cocer el arroz será necesario en total, incluido el tiempo de hervir el agua, unos 30 minutos aproximadamente. Esto es un secreto de la familia de mi padre, las proporciones de agua es el doble que el arroz.
Se hace un arroz blanco “graneado”, que es tostado para acompañar el plato. Ésta es la guarnición que en nuestra familia nos ha gustado siempre, pero lo puedes presentar a tu gusto, con patatas fritas en trozos grandes o al vapor o sin guarnición.
Nosotros lo solemos acompañar de una ensalada de queso, nueces y frutos rojos y de postre tomamos piña, que además de estar muy rica, ayuda a la digestión de las proteínas.
Es una rica y sana forma de celebrar la Navidad.
Que tengáis todos una maravilla de cena de Navidad en familia y entrañables fiestas.
Judith Terrazas Vaquero
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Profesora de Comida Sana, formación en Nutrición