Además de sus propiedades nutricionales, se pueden cocinar de mil deliciosas formas. Eso sí, cuidado con las que consumes, sólo un 0’001% de las especies conocidas son comestibles
Las setas son bajas en grasa y ricas en agua (80/90 por ciento de su composición), vitaminas, especialmente del grupo B, y minerales; aportan fibra y tienen un alto poder saciante. Por su contenido en proteínas, que aunque no es muy abundante sí lo es de calidad, y aminoácidos esenciales pueden ayudar a reducir la ingesta de carne. Actúan como desintoxicante natural y ayudan a la hidratación de la piel y el antienvejecimiento. Son, además, una buena fuente de hierro y regulan la presión arterial.
A la hora de comprarlas y consumirlas, la Fundación del Corazón recomienda:
- Tomarla en pequeñas cantidades y a la hora de comer ya que dado su alto contenido en fibra no ayudan a la digestión.
- Comprar sólo las que se comercializan en mercados regulados.
- Observar que estén bien envasadas y/o etiquetadas.
- No comprar aquellas que estén manchadas, arrugadas o pegajosas.
- A pesar de que es de larga tradición, acudir al monte a recogerlas en otoño, debe hacerse siempre bajo la supervisión de personas con cierto grado de conocimiento en micología para evitar las intoxicaciones -muy comunes- por consumo de setas no comestibles.
- Recordar que, a pesar de ser comestibles, también pueden causar ciertas reacciones alérgicas en algunas personas.
Aquí os dejamos una receta pubicada en cestaysetas.com, una plataforma con la más completa información sobre setas.
Tallarines con níscalos
Ingredientes (4 personas)
- 500 gramos tallarines
- 500 gramos níscalos frescos
- 6 ajos
- perejil fresco
- aceite de oliva virgen
- queso parmesano rallado
Pasos
- Troceamos los níscalos.
- Picamos los ajos finamente.
- Doramos ligeramente los ajos en una sartén grande con aceite de oliva.
- Añadimos los níscalos y los rehogamos con los ajos hasta que se ablanden y suelten todos sus jugos.
- Cuando estén casi listos, añadimos el perejil picado y terminamos de rehogar.
- Cocemos los tallarines normalmente, retiramos y escurrimos bien.
- Servimos los tallarines en plato hondo, cubrimos con los níscalos, regamos con la salsa y espolvoreamos con queso parmesano rallado.
Os animamos también a hacer y deleitaros con esta deliciosa receta que propone Gastronomiaycia, donde podrás mil y una ideas para cocinar.
Cazuelita de sepia con setas
Ingredientes (4 personas)
- 700 gramos (aprox.) de sepia limpia
- 350 gramos de setas shiitake (o setas variadas al gusto)
- 8-10 ajos tiernos
- la parte verde de una cebolla tierna
- 1 cucharada de café de tomillo fresco
- ½ cucharada de café de pimienta negra recién molida
- 2 cucharadas soperas de salsa de ostras
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Pasos
- Lava bien la sepia, sécala y córtala en trozos de bocado (pequeño). Limpia bien las setas y trocéalas en cuartos o más pequeñas, según el tamaño y gustos. Pela los ajos tiernos y córtalos al bies, no muy finos.
- Retira las hojas externas de la parte verde de la cebolleta y pica el interior bien fino. Deshoja el tomillo fresco para añadirlo al guiso.
- Pon una cazuela a calentar con un fondo de aceite de oliva virgen extra, saltea en primer lugar los ajos tiernos, deja que se doren a fuego medio-alto, entonces retíralos si los quieres servir ligeramente crujientes, si prefieres que estén bien cocidos déjalos en la cazuela.
- En el aceite en el que se han hecho los ajos tiernos incorpora las setas y la sepia, cocina a fuego medio moviendo de vez en cuando, condimenta con el verde de la cebolleta, el tomillo, la pimienta negra y sal al gusto.
- Mezcla bien y deja que tanto sepia como setas expulsen su agua y después que se reduzca. En ese momento incorpora la salsa de ostras y rehoga un par de minutos más, moviendo de vez en cuando. Prueba por si es necesario rectificar de sal. Reincorpora los ajos tiernos a la cazuela, mezcla y retira del fuego.
¡Buen provecho!
Sabías que…
- Comunidades cazadoras-recolectoras ya las incluían en su dieta.
- En Grecia y Roma sólo las consumían las clases altas.
- Ya en la antigüedad se las reconocía por su valor nutricional pero también por sus poderes alucinógenos.
- De 600.000 especies de setas que se conocen, sólo son comestibles 600, un 0,001%.
- La tradición de recogerlas en cesta de mimbre tiene una razón ecológica. Al ir poniéndolas en las cesta, tras su recolección, van soltando esporas que van cayendo con nuestro movimiento al andar por el bosque, lo que hace que se vayan repartiendo.
Naturaleza Savia destaca:
- Las setas son bajas en grasa y ricas en agua (80/90 por ciento de su composición), vitaminas, minerales y hierro. Son saciantes, desintoxicantes e hidratantes, aportan proteínas de calidad y regulan la presión arterial.
- Es preferible consumirlas en pequeñas cantidades y a la hora de comer ya que dado su alto contenido en fibra no ayudan a la digestión.
- La tradición de recogerlas en cesta de mimbre tiene una razón ecológica. Al ir poniéndolas en las cesta, tras su recolección, van soltando esporas que van cayendo con nuestro movimiento al andar por el bosque, lo que hace que se vayan repartiendo.