Cuando aprendemos a perdonar y perdonarnos, a aceptar nuestras sombras y asumimos la responsabilidad para sanar el pasado y crear un presente y futuro mejores, todo cambia
Son muchos los artículos que se han escrito sobre la autoestima y los problemas de carecer de ella y aunque es cierto que es la neurosis universal es cierto también que muchas veces se ha interpretado mal en qué consiste.
La autoestima es amarnos a nosotros mismos de una manera sana, no maltratarnos física ni emocionalmente, no herirnos, estar equilibrados y sentirnos a gusto con nosotros mismos.
No obstante, desde mi punto de vista, es algo más que todo eso, es sentir paz en nuestro interior, es concedernos el privilegio de equivocarnos, de cometer errores y no flagelarnos por ello.
Es sentir que nuestra vida tiene sentido, que estamos recorriendo el camino que tenemos que recorrer y estar seguros de que dentro de nosotros está todo en equilibrio.
Pero a diario, en mi despacho de Coaching, muchos me preguntan cómo se consigue esto y obviamente no es una tarea fácil para nosotros el obtener una respuesta.
Aprender a perdonar y perdonarse
Podríamos sacar un millón de definiciones y de técnicas para sentirnos mejor con nosotros mismos, pero no me llegaría la web de esta plataforma del bienestar.
No obstante, me encantaría dar una pequeña clave que para mí es fundamental en lo relativo a la autoestima y es el aprender a perdonar y perdonarse, por dentro y por fuera.
Cuando aprendemos a perdonarnos y sacamos de nuestra alma todo tipo de culpabilidad, de lo que hemos hecho o hemos dejado de hacer por miedo, comenzamos a sembrar la primera flor para hacer de nuestra personalidad un bonito jardín.
Cuando aceptamos nuestra parte negativa, comenzamos a ganarle batalla
Cuando nos perdonamos y aceptamos nuestra parte negativa -ésa que todos llevamos dentro, pero que nos ocupamos de ocultar-, aceptamos nuestra incapacidad de ser perfectos y somos conscientes de que todo está donde debía estar y que todo tiene una razón de ser en nuestra vida, comienza nuestra sanación emocional. Cuando aceptamos nuestra imperfección y vemos nuestro diablito, nuestro lado oscuro y nos confrontamos con él, automáticamente le comenzamos a ganar la batalla.
Si reconocemos que somos egoístas, ególatras, necios, tiranos, cabezones, irresponsables y un sinfín de características que nos resultan negativas, como si de un milagro se tratara, comenzaremos a cambiar y a trabajar sobre nosotros mismos, mejorando nuestra autoestima.
Si somos capaces de ver la parte del espejo que no nos gusta y la aceptamos, comenzaremos a vibrar en otra energía y nuestra alma se “empoderará”, haciendo que poco a poco nos sintamos mejor con nosotros mismos.
No se trata de ser mejor persona, porque en última instancia nada es bueno o malo, las cosas son, se trata de aceptarnos tal y como somos y reconocer que igual que nos han herido, hemos herido a otros, que al mismo tiempo que nos sentíamos víctimas, victimizábamos a otros, cuando no reconocíamos nuestra responsabilidad en ser la mejor versión de nosotros mismos, sentenciábamos nuestra propia autoestima y nuestra propia vida.
De ti depende curar y sanar tu pasado
Queridas lectoras y lectores, la autoestima es más que una palabra que define cómo nos sentimos por dentro, es cómo vibra nuestro espíritu y nuestra alma en este universo convulso.
Si aceptamos nuestra responsabilidad en esta creación, aceptaremos que nosotros podemos mejorar, pero que lo estamos haciendo lo mejor que sabemos hacer, con las herramientas que tenemos en nuestras manos.
Y desde ese lugar, desde nuestro interior, comenzaremos a mejorar-nos a todos como seres humanos y a sentirnos mejor con nosotros mismos.
No olvides que de ti depende curar y sanar tu pasado y centrarte en crear el mejor presente y futuro para ti y para los que te rodean, todo está en tu interior, sólo tienes que saber dónde buscarlo.
Beatriz Vilas
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Naturaleza Savia destaca:
- La autoestima es más que una palabra que define cómo nos sentimos por dentro, es cómo vibra nuestro espíritu y nuestra alma en este universo convulso.
- Si somos capaces de ver la parte del espejo que no nos gusta y la aceptamos, comenzaremos a vibrar en otra energía y nuestra alma se “empoderará”, haciendo que poco a poco nos sintamos mejor con nosotros mismos.
- Cuando aprendemos a perdonar y perdonarnos y asumimos la responsabilidad para sanar el pasado y crear un presente y futuro mejores, todo cambia.