Un cuento de Jorge Bucay para entender la importancia de ser uno mismo, auténtico, sin querer ser lo que los demás son
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el pino. Volviéndose al pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la vid. Y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa. La rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el roble.
Entonces, encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
-¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
-No lo sé -contestó ella-. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un roble o una rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: «Intentaré ser fresia de la mejor manera que pueda».
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Naturaleza Savia destaca:
- ¿Qué te inspira este cuento?
- ¿Qué piensas de la actitud del roble, la rosa o la vid? ¿Y del propósito de vida de la fresia?
- Un cuento para la reflexión. ¡Cuántas veces queriendo ser como los demás nos olvidamos de nosotros mismos, dejamos de brillar y de vivir!
Llénate de vida