Hablamos con Tatiana Muñoz, psicóloga transpersonal y experta en trastornos alimentarios
Siendo una adolescente, Tatiana Muñoz, psicóloga transpersonal, vivió muy de cerca la anorexia y bulimia en personas muy importantes para ella. Tatiana no podía entender cómo chicas tan guapas e inteligentes podían meterse en esa espiral de angustia y autodestrucción de la que no encontraban salida. Ya entonces, decidió dedicarse a los Trastornos de Conducta Alimentaria para comprender y ayudar a otras personas. Hablamos con ella sobre esta enfermedad, que transforma la relación con la comida, y los hábitos diarios que todos podemos llevar para alcanzar el equilibrio emocional.
¿Qué es un trastorno del comportamiento alimentario?
Los TCA son enfermedades mentales que se manifiestan en una relación tormentosa con la alimentación y una preocupación excesiva por el peso. La anorexia se caracteriza por el miedo intenso a engordar, llegando a purgarse si consideran que han ingerido demasiado. La paciente con bulimia también tiene un intenso miedo a engordar, pero estas restricciones la llevan a descontrolarse, ingiriendo grandes cantidades de comida en forma de atracones que posteriormente purgarán (vómitos, laxantes…). El Trastorno por Atracón es similar a la bulimia, pero sin purgas (no hay vómitos, ni laxantes). Últimamente, también proliferan la ortorexia (obsesión por la comida sana y orgánica) y la vigorexia (obsesión por el ejercicio físico).
¿Cuál es el perfil de tus pacientes?
Atiendo un porcentaje mayor de personas con TCA, puesto que desde hace 18 años soy experta en esta área. También doy espacio a clientes que no presentan síntomas y buscan un espacio para el desarrollo personal y espiritual, sesiones de mindfulness, alimentación consciente o un trabajo con los arquetipos de las Diosas para vivir una feminidad más consciente. O mamás que desean un acompañamiento en la crianza o durante su embarazo.
Cuando acuden a tu consulta, ¿se encuentran en un estado límite?
Pueden llevar poco tiempo con la enfermedad y son sus padres quienes las traen a la terapia o tienen años de evolución con su enfermedad y son ellas mismas las que desean sanar y dejar atrás ese infierno. Los casos más críticos suelen requerir de un ingreso.
¿Los familiares también requieren apoyo?
En los casos de adolescentes con TCA es muy importante incluir a la familia en la terapia. Los padres y madres sienten mucha angustia al no saber qué hacer. Además, cuando ellos colaboran con la terapia el pronóstico de la enfermedad mejora enormemente.
¿Cuáles son las principales causas que provocan este tipo de trastorno?
Los TCA son multicausales, es necesario que se den varias causas para desencadenar una anorexia o bulimia. Culturalmente estamos bombardeados con estímulos que glorifican la delgadez. Influyen también los factores familiares y su entorno: familias desestructuradas, ambientes sobreprotectores, vivencias estresantes o que la madre valore en exceso su propia delgadez. Para que se dé la enfermedad también es necesaria cierta personalidad como un elevado perfeccionismo, autoexigencia, la necesidad de control y la rigidez cognitiva. Las amistades son muy relevantes y ser objeto de burlas es un factor desencadenante.
¿Cuáles son los principales contaminantes emocionales?
El exceso de ruido en el que vivimos provocado por la televisión, el exceso de información tóxica a veces, rodearnos de personas que se quejan y el ruido que tenemos en nuestro interior y no detenemos. Nuestra mente va del pasado al futuro, revive viejas heridas y traumas generando angustia, que muchas veces proyectamos en las personas que nos rodean, porque no somos capaces de gestionarlo. En estos momentos de confinamiento, elegir las fuentes de información de las que nutrirnos es especialmente importante para no contaminarnos de miedo, desconfianza y ansiedad. Al igual que no comemos sin parar porque de ese modo no podemos hacer la digestión bien, hemos de elegir la información que ingerimos y dejar tiempos de silencio para integrar y discernir lo que me quedo y lo que no.
¿Qué ingredientes pueden facilitarnos un ambiente emocional sano?
Ritmos y rutinas flexibles, cuidar la alimentación y el cuerpo con comidas que nos nutren y con ejercicio, respetar los espacios de sueño, descanso y silencio, meditar y momentos de atención plena. Igualmente, contemplar belleza, estando en la naturaleza o generándola en los ambientes que vivimos ahora que no podemos salir; tiempo para crear (pintar, tejer, cualquier tipo de manualidad o bricolaje) y tiempo para no hacer nada y compartir conversaciones y abrazos con personas queridas.
¿Qué libros recomendarías para relacionarnos mejor con nosotros mismos?
“De la codependencia a la libertad. Cara a cara con el miedo”, de Krishnananda, que nos ofrece un auténtico “mapa” para relacionarnos con nosotros mismos y con los demás; “Manual de diálogo de voces. Reconocer y aceptar todo lo que hay en nosotros”, de Hal Stone y Sidra L. Stone, que nos ayuda a conocer todos los personajes internos que hay dentro de nosotros y “El maestro del corazón”, de Annie Marquier, que nos enseña cómo vivir de una manera más serena y libre, conectando con nuestro Yo profundo.
En estos momentos de incertidumbre, ¿cómo llenarnos de vida?
Ahora más que nunca debemos invertir en nuestra salud física y emocional. Si yo estoy bien y sano no te transmito el virus. Si observo mis antiguas heridas emocionales y las gestiono, no te proyecto mi basura emocional. Si tengo paz interior, te contagio de ella. Todos somos mini ecosistemas dentro de un gran ecosistema. Seamos responsables y felices y así daremos el mayor regalo de luz y salud a la humanidad.