El libro «Mi hijo se ha hecho vegano» es una guía práctica y muy completa con consejos nutricionales y también emocionales, de apoyo y comprensión
“’Papá, mamá, soy vegano’, os dice vuestro hijo y os quedáis petrificados”. Así empieza Mi hijo se ha hecho vegano, un libro que nace para ayudar a esas mamás y papás cuyos hijos/as adolescentes y jóvenes han tomado esta decisión, un fenómeno que ha ido creciendo en los últimos años. También quiere ayudar a los mismos chicos y chicas en su transición para darles toda la información que necesitan y que se puedan sentir más comprendidos por sus familiares.
Así lo dice Caitlin, la autora del prólogo del libro, vegetariana de toda la vida y vegana desde hace ya más de diez años. Se alegró mucho cuando le dije que estaba escribiendo este libro ya que faltaba un material así en el mercado. Expresa que ojalá lo hubiera tenido cuando se hizo vegana porque le hubiera facilitado mucho las cosas.
Le habría permitido acceder sencillamente a toda esa investigación que tuvo que hacer, como tantas personas veganas al inicio de su transición, y le habría ayudado en todos esos conflictos con su mamá y papá que estaban tan preocupados pensando que sólo comería frutas y verduras y que le faltarían tantos nutrientes. Este libro le hubiera ofrecido muchas respuestas. También habría sido de gran ayuda en el aspecto emocional: ella sólo quería que sus papás la apoyaran en su importante decisión, pero no parecía que fueran a hacerlo y le dolía.
Se encuentran reticencias, incredulidad e incomprensión de las personas de su alrededor que piensan que ser veganos es una locura
Eso es lo que sucede cuando las personas deciden hacerse veganas, especialmente cuando son tan jóvenes y todavía dependen de sus padres. Se encuentran reticencias, incredulidad e incomprensión de las personas de su alrededor que no entienden el porqué de su decisión y piensan que está mal, que es poco saludable y una locura incluso.
Para el/la adolescente puede suponer un gran conflicto emocional pues para él/ella son obvios los motivos por los que ha hecho este cambio en su vida. Quiere que a los animales se los deje tranquilos, cree que es lo que ayudará a combatir los problemas del medio ambiente y está aprendiendo que una alimentación 100% vegetal es totalmente saludable.
Los padres están preocupados y muy perdidos
Pero a las mamás y papás les preocupa que sus hijos no vayan a obtener los nutrientes necesarios en una alimentación vegetal, que vayan a tener carencias de proteínas, calcio, hierro, que les produzca problemas de salud… Desconocen por completo qué van a poder cocinar a partir de ahora y se sienten totalmente perdidos. Las comidas son cultura, tradición, cohesión, momentos de compartir… están ligadas a nuestros recuerdos y emociones. Por ello, hacer un cambio así hace tambalear varios cimientos de las familias.
En este libro van a encontrar toda esa información que necesitan, van a poder seguir una alimentación muy similar a la que llevaban hasta ahora, sustituyendo los alimentos de origen animal por vegetales, lo que se llama veganizar los platos. Un capítulo con este nombre, “veganizar los platos tradicionales”, contiene un par de páginas con los alimentos vegetales que sustituyen a los ingredientes animales más típicos como leche, huevos, mantequilla, carne, pescado, etc., todo de una manera muy visual con ilustraciones.
En otro capítulo hablo de lo que es una alimentación vegetal natural, sana y bien planificada, con todos los alimentos vegetales que no deberían faltar en nuestros platos y qué nutrientes nos proporcionan cada uno de ellos. Toda la sección sobre nutrición fue revisada por un nutricionista vegano con experiencia en familias que han hecho este paso hacia una alimentación vegetal.
La creciente vegefobia es discriminación o bullying por ser vegano
Por otro lado, en este libro dejo claro que hacerse vegano no es una moda pasajera, un capricho o algo menospreciable. Para esa persona son sus valores y su moral. Este libro quiere ayudar a esas madres, padres, familiares y amigos a entender los porqués de la decisión y saber que estos chicos/as pueden estar pasando incluso lo que se conoce como síndrome de burnout (sentirse quemados y apabullados) porque han descubierto una realidad que desconocían (las condiciones de los animales de la industria cárnica, láctea, de huevos, de experimentación…). Es un tema serio que en ningún caso debería ser banalizado. Debería ser tratado con mucha sensibilidad para que no se den casos, por desgracia habituales, de burlas y bromas de mal gusto a las personas veganas por parte de las personas no veganas.
La vegefobia es el rechazo hacia lo vegano y las personas veganas. En varios países, se está luchando para que se considere un tipo de discriminación más. En España, Feumve (la Asociación de Familias Unidas por un menú vegano escolar) está tratando que el Gobierno reconozca la vegefobia para que se pueda tomar acción cuando en los colegios se dan casos de discriminación y bullying a niños por ser veganos.
Los chicos deben trabajar la coherencia, constancia, paciencia y empatía
También hablo de la importancia de que los chicos/as tomen las riendas para llevar una alimentación vegetal sana y en equilibrio y que no dejen que sólo sean sus mamás y papás quienes tomen esa responsabilidad de preparar comidas y adquirir los alimentos. Es una manera de que los chicos/as se impliquen en la organización familiar, ir a comprar y aprender a cocinar.
La resistencia de familiares, amistades y la sociedad en general es un hecho al que los adolescentes veganos van a tener que enfrentarse. Para mí, la manera de comunicar esta decisión con sus motivos es clave para que sean comprendidos o, al contrario, se pongan a las personas en contra. Y luego, hace falta que sean un modelo de coherencia y constancia. Es importante que los chicos y chicas tengan mucha paciencia y mucha empatía, que compartan información con las personas de su alrededor sólo si ven que están receptivos.
Este libro contiene toda la información necesaria: desde saber qué comer, qué comprar, qué cocinar y qué nutrientes hasta entender los motivos del cambio. Es un libro pensado para ser leído entre padres e hijos juntos, para dejárselo a los familiares y a las amistades.
Pongamos el foco en lo que tenemos y no en lo que no tenemos
Para terminar, os comparto mi mejor consejo para el bienestar de todos: construir siempre desde lo positivo. Por ejemplo, poner el foco en todo lo que vamos a disfrutar comiendo a partir de ahora, un mundo inmenso de alimentos deliciosos y saludables, y no en lo que no vamos a comer. También que los jóvenes aprendan a recrear algunos de los platos más queridos de su familia, que los veganicen y gocen de una comida todos juntos. Y, por último, que busquen grupos de apoyo donde sentirse seguros, comprendidos y no juzgados y puedan ver que no están solos en esta lucha por construir un mundo mejor.
Estela Bayarri
Naturaleza Savia destaca:
- Los adolescentes que se convierten en veganos es un fenómeno en auge y con ellos los padres que se encuentran perdidos ante la nueva alimentación de sus hijos y preocupados.
- Tener acceso a información, saber que una alimentación vegana es saludable, entender cómo llevar la alimentación diaria en una familia y comprender la situación por la que está pasando su hijo ayudará a todos a que la convivencia y las relaciones sean fluidas.
- Los chicos que se vuelven veganos se encuentran con problemas de falta de comprensión en casa y en el colegio, donde llegan a discriminarles y maltratarles. Ellos necesitan más que nunca el apoyo de los padres.
Llénate de vida
Si tu hijo, algún familiar, alguien de tu entorno o tú mismo habéis decidido ser veganos, este libro puede serte de gran ayuda y comprensión y quitarte muchos quebraderos de cabeza. Puedes adquirirlo aquí.