Cada momento es único en nuestra historia. Estar abiertos al aprendizaje y la superación y pedir ayuda cuando la necesitemos es clave para avanzar en la vida; en definitiva, para vivir
Las personas en el recorrido de su vida evolucionan, maduran, pasan por momentos de crisis, de transformación, de crecimiento; en definitiva, cambian a lo largo del tiempo. Nada es estable ni estático, los cambios y la transformación hacen parte de ese crecimiento constante, hacen parte de la vida y sus ciclos. La vida fluye a través de cada uno de nosotros, manifestándose en experiencias, haciéndonos vivir diferentes situaciones.
Cada circunstancia que vivimos tiene sus características, su momento dentro de un contexto, un relato, unos hechos, que traen a nuestra vida la posibilidad de observación, reflexión y aprendizaje, la posibilidad de superarse y transcender. Para que esto suceda necesitamos a cada paso del camino poder ser conscientes de nosotros mismos y de lo que nos rodea para poder actuar con coherencia entre lo que pensamos, sentimos y la realidad.
La mejor herramienta en cada desafío es la consciencia despierta
Cada desafío que encontramos en nuestra trayectoria hace que seleccionemos y usemos las herramientas personales con que contamos. Pero es la consciencia despierta la mejor de ellas, la que evita que entremos en piloto automático, que repitamos las respuestas aprendidas en otras experiencias, que no necesariamente nos sirvan ahora en la resolución. Estas experiencias pueden ser parecidas, pero seguro que no son iguales, ni el momento es igual, ni el contexto, nosotros tampoco somos los mismos.
Cada paso que damos es una experiencia acumulada, una posibilidad de aprendizaje, de superación; por eso es importante, único e irrepetible, forma nuestra historia, hace parte de lo que somos, lo que fuimos construyendo de nosotros mismos a lo largo del tiempo.
Hay momentos en la vida en que se nos anudan las cosas dentro
Cada parte de este camino llamado vida nos pide cosas diferentes, hace que tengamos necesidades, deseos, percepciones, emociones y pensamientos distintos que en otras épocas porque las experiencias vividas nos transforman poco a poco.
Hay momentos en la vida que parece que se nos anudan las cosas dentro, que tenemos necesidad de comprender cómo llegamos hasta aquí, quiénes somos realmente y cuál es el sentido de las cosas. Otras veces nos damos cuenta de que las cosas siempre salen igual y ya no nos satisfacen, pero no sabemos cómo hacerlo diferente. En otras situaciones nos sentimos atrapados por nuestros conflictos y heridas interiores, sentimos que no podemos superarlo.
Hay infinitas circunstancias que podemos transitar que sentiremos la necesidad de apoyo y ayuda porque algo nos incomoda, nos trae malestar, nos duele, nos dificulta avanzar. Esto lo podemos sentir en diferentes etapas, por cosas diferentes o las mismas, pero lo que es seguro es que cada momento será diferente, con necesidades y deseos particulares que debemos respetar para sanar y salir adelante.
Tener la humildad y la valentía de saber cuándo pedir ayuda, abrirse a recibirla, buscar un terapeuta, no sólo es el primer paso hacia donde quieres ir, es también el comienzo de una aventura de autoconocimiento, de creatividad, de despertar y apertura a un presente y un futuro mejor, con más calidad de vida, bienestar y armonía.
Paola Ostrowicz Fischman
Naturaleza Savia destaca:
- Nada es estable ni estático, los cambios y la transformación hacen parte de ese crecimiento constante, hacen parte de la vida y sus ciclos.
- La consciencia despierta es la mejor herramienta en cada desafío, la que evita que entremos en piloto automático, que repitamos las respuestas aprendidas en otras experiencias, que no necesariamente nos servirán ahora.
- En los momentos más difíciles o dolorosos de este camino que es la vida, tener la humildad y la valentía de saber cuándo pedir ayuda es el comienzo de una aventura de autoconocimiento, de creatividad, de despertar y apertura… de transformación.
1 Comentario
Es un continuar rensciendo. Muy hermoso. Amo Todo lo que haces. Muy bello.