Nos acercamos a la figura del maestro Zen Bankei, quien nos recuerda que somos perfectos como somos. Así es el método que propone y sus enormes beneficios
Uno de los maestros Zen cuya enseñanza ha sido más influyente en mí fue Bankei, que vivió hace unos 400 años aproximadamente. ¿Por qué? La práctica que él proponía era relativamente sencilla (pero no fácil). Según él, todos los seres llevan de serie la mente “no-nacida”, en términos no religiosos, todos somos parte de la Realidad Cósmica.
Según sus enseñanzas, no hay que hacer nada especial; de hecho, es cuando pensamos o hacemos ciertas cosas cuando nos alejamos de nuestro estado de perfección natural que nunca nace ni muere, pues está más allá del mundo fenoménico. Si usamos un lenguaje cristiano, podríamos decir que somos parte de Dios infinito, eterno y omniescente, pero nos hemos separado en un ser diferenciado por culpa de nuestro egoísmo.
El método Zen de Bankei es un método “simple”… no hay que hacer nada.
Característica principal
Según Bankei, ya estás iluminado. Esto es revolucionario, pues implica que toda tu búsqueda espiritual, tu cultivo interior y el trabajo arduo y largo por experimentar las verdades universales es innecesario. No tienes que encontrar el sentido de la vida ni descubrir los misterios de la creación, por así decirlo…
Su “práctica” Zen discurre en el sentido contrario a otras maneras de desarrollo espiritual, que normalmente comienzan en un punto (estado no-iluminado o de ignorancia, donde te falta “algo”) para llegar eventualmente a otro (Iluminación o Verdad Última).
Bankei afirma que ya estás iluminado porque llevas incorporado lo “no-nacido” dentro de ti, eres el centro del universo; por tanto, se trata de no perderlo, de no salir de ese estado. La mayoría de nosotros salimos de ese estado “no-nacido” continuamente o bien no nos damos cuenta de que ya lo llevamos dentro.
Un poco de historia
Bankei tuvo la urgencia de conocer la verdad desde muy pequeño. En la escuela, mientras aprendía los clásicos confucianos, se encontró con la siguiente cita: “Un hombre de gran erudición sabe cómo mostrar su virtud iluminadora, armonizar a las personas y morar en el logro del bien”.
Bankei se obsesionó con la parte de “mostrar su virtud iluminadora”. ¿Qué significaba? ¿Cómo se hacía? Siendo todavía un niño, su padre falleció y su familia, al ver que no se preocupaba por sus estudios, si no que únicamente quería resolver su duda existencial, lo echó de casa… por suerte unos tíos suyos lo acogieron.
Durante los siguientes años viajó, buscó y aprendió con muchos maestros de diferente calibre, practicó meditación y se sometió a duras sesiones de entrenamiento, tal como había hecho Buda dos milenios antes.
Siendo aún joven, por culpa de su sobreentrenamiento en meditación, enfermó gravemente, contrajo una enfermedad respiratoria, posiblemente tuberculosis, pero siguió meditando día y noche a pesar de estar cada vez más enfermo y débil, al borde de la muerte.
Un día hubo un cambio en su mente y dejó de luchar; de repente, mientras estaba sentado, escupió a la pared y vio resbalar una gran bola de flema negra y en ese mismo instante se dio cuenta de que “todo se resuelve en lo no-nacido”, estaba curado. Poco más tarde, de fuera, llegó el olor de los ciruelos en flor y, entonces, todos los obstáculos y apegos quedaron destruidos… estaba iluminado.
Durante el resto de su vida, enseñó que todo el mundo está dotado con ese estado “no-nacido”, sólo que nos dejamos llevar por otros estados temporales: sucesos, pensamientos, pasiones y puntos de vista que nos hacen perdernos.
Entender el no método de Bankei
En el Budismo, especialmente en la tradición Mahayana, se dice que todos los seres tienen en lo más profundo de su conciencia el “tathagatgarbha” o el “embrión de Buda”, la chispa divina.
El mismo Buda, tras largos años de duras prácticas ascéticas, llegó un día en que decidió que ésa no era la forma de cultivarse, comenzó a cuidarse y simplemente se sentó y observó las cosas tal como son, alcanzando la Iluminación.
El sexto patriarca del Budismo Zen (Chan) en China, Hui Neng, era analfabeto, pero alcanzó la Iluminación mientras estaba trabajando cogiendo leña, simplemente al oír a unos monjes que pasaban cerca recitando las escrituras. En sus últimos años dijo: “Para alcanzar la iluminación uno reconoce espontáneamente su propia
naturaleza original, la esencia mental que no puede crearse ni eliminarse”, “permanece en medio de los fenómenos sin apegarte a los fenómenos, permanece en medio de los pensamientos sin apegarte a los pensamientos”.
Cómo practicar
Bankei decía que la mente “no-nacida” reacciona de forma perfecta sin que hagas nada. Por ejemplo, si mientras estás cenando en tu casa, oyes un ladrido en la calle, ya sabes que es un perro. No necesitas pensar, ni preparar, ni averiguar nada, aunque no lo hayas visto ni hubieras previsto nada de antemano. Ese estado “no-nacido” es natural, pero hay que saber reconocerlo; si no, es como tener una diamante en un collar y no saberlo, no sirve para nada.
Para ello, quizá un buen punto de partida es realizar una meditación sin esfuerzo durante cinco minutos. Puedes hacerla mientras estás sentado, de pie, caminando o tumbado; permanece relajado, con el cuerpo relativamente recto y observa tranquilamente todo: tus pensamientos, tus sensaciones, los ruidos del exterior, etc., pero sin fijarte en nada en concreto, sin dejarte atrapar por pensamientos o deseos. Sólo observa cómo las cosas van y vienen, sin esperar nada y sin ponerte nervioso.
Beneficios
Puede que al principio no sea muy espectacular, pero con la práctica, podrás estar en ese estado mientras viajas en el bus o lavas los platos y experimentarás:
-Un gran libertad, serenidad, bienestar y equilibrio.
-El placer de las pequeñas cosas del día a día.
-Te sentirás satisfecho y sabrás adaptarte a los cambios de la vida.
Obstáculos
Tienes que entender que si originalmente ya eres completo y eterno, cada vez que te dejas llevar por la rabia, los deseos interminables o cualquier otra cosa pasajera, vuelves a ser ignorante, incompleto, insatisfecho o egoísta. Todos esos estados mentales, te sacan de tu estado “no-nacido”.
Daniel Pérez Romero
Naturaleza Savia destaca:
- Bankei afirma que ya estás iluminado porque llevas incorporado lo “no-nacido” dentro de ti, eres el centro del universo; por tanto, se trata de no perderlo, de no salir de ese estado.
- Un buen punto de partida para iniciarse en su método es hacer una meditación de cinco minutos sin esfuerzo.
- Cada vez que te dejas llevar por la rabia, los deseos interminables o cualquier otra cosa pasajera, vuelves a ser ignorante, incompleto, insatisfecho o egoísta.