Son los polinizadores más importantes de nuestro ecosistema, tienen una acción directa en al menos cinco de cada diez alimentos que comemos. De las abejas, se aprovecha prácticamente todo, con enormes beneficios sobre el organismo
Estos minúsculos especímenes están presentes en la biodiversidad terrestre desde un tiempo incalculable: “Ya estaban en pinturas antiguas descubiertas de nuestra prehistoria” y han ido evolucionando hasta convertirse en los seres polinizadores más importantes de nuestro ecosistema.
Hoy en día, pese a toda la información de la que disponemos, tenemos una mayor desinformación sobre temas que realmente son importantes y relevantes en nuestra vida. Quizás sea que tras esta etapa que nos ha tocado vivir y que no pudimos elegir en esta tremenda pandemia, me haya animado a constatar la importancia que tiene el hecho de valorar cosas que antes pasaban inadvertidas en la vida cotidiana.
En estas líneas os traigo el papel que juegan las abejas y sobre todos aquellos alimentos que podemos obtener de ellas, si realizamos una labor de apicultura responsable, en equilibrio, y garantizamos un bienestar animal que respete su ciclo normal de vida. Forman parte de nuestro entorno natural y son todo salud para nuestro organismo.
Sin abejas, no habría polinización; sin polinización, no habría la mayoría de los alimentos
De cada diez alimentos que comemos, al menos en cinco de ellos ha habido una acción directa de estos animales en un porcentaje que ronda entre el 75-80% sobre nuestros cultivos (por ejemplo, una plantación de cítricos puede aumentar su rendimiento entre un 15-30%). Esto es, sin las abejas, no existiría la polinización y sin polinización no habría la mayoría de nuestros alimentos presentes en nuestra dieta.
Al igual que sucede con otro animal como es el cerdo, parte fundamental de una dieta sana por su carne blanca y magra, podríamos decir que de las abejas se aprovecha prácticamente todo, principalmente: miel, polen, jalea real, propóleo, cera, hasta la apitoxina -sustancia presente en el veneno de su aguijón- se usan hoy en día. Incluso hemos comprobado en nuestras propias carnes el efecto relajante y terapéutico que tiene entrar en contacto con ellas sintiéndolas sobre nuestro cuerpo.
Los beneficios de la miel
La miel, como sustituto para el azúcar, produce una menor liberación de insulina en el cuerpo comparada también con otros edulcorantes artificiales. Tiene innumerables beneficios que ayudan al bienestar de nuestro cuerpo: reduce el estrés, mejora el estado de nuestro hígado, nos aporta un sueño de mayor calidad, ayuda con el estreñimiento, es un desinflamatorio natural, promueve la digestión, refuerza el sistema inmunológico e incluso la podemos usar como cicatrizante.
Existen innumerables variedades distintas de miel asociadas todas a la biodiversidad floral de la zona en la que se produce y que le aportan características propias y distintas a su sabor en función de dónde haya sido recolectado el néctar de las flores. Este matiz se aprecia en el tono adquirido por cada una de ellas y va desde los tonos más claros (miel de acacia), pasando por los ámbares (mieles multiflorales) hasta llegar a los tonos más oscuros casi negros característicos de los mielatos (miel de roble).
El polen es un súper alimento
El polen es muy saludable también, se trata de una fuente increíble de vitaminas solubles en grasas (A, E y D) en un 0,1%; vitaminas y ácidos solubles en agua (B1, B2, B6 y C) en un 0,6% y otros compuestos minerales fundamentales para la alimentación como calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, hierro, cobre, zinc, manganeso, silicio y selenio en un 1,6%. Su composición incluye un 30% de carbohidratos digeribles, 26% de azúcares (fructosa y glucosa), 23% de proteínas (incluimos aquí un 10% de los aminoácidos esenciales), un 5% de lípidos (ácidos grasos esenciales) y un 2% de compuestos fenólicos (flavonoides).
Se trata de un súper alimento, fuente de proteínas y carbohidratos, ideal para personas que realicen un gasto calórico diario alto, por lo que podría considerarse e incluirse como suplemento deportivo. Es el único alimento (producido exclusivamente por las abejas) en el que encontramos todos los aminoácidos esenciales necesarios para nuestro organismo.
La jalea real, una inyección de energía
Por otro lado, la jalea real, muy sana, es un increíble reconstituyente para estados carenciales de energía aumentando considerablemente las defensas de nuestro cuerpo. Además, mejora de manera notable nuestro rendimiento físico y mental, aportando facilidad a nuestra capacidad de aprendizaje y provocando estados de bienestar y de euforia. Es el único alimento que recibe la abeja reina de la colmena única en toda la colonia mientras vive (que puede llegar a vivir hasta los cinco o seis años, diferenciándose de este modo del ciclo vital de una abeja obrera, que puede variar desde un mes en periodos de máxima actividad hasta los cinco meses en periodos de inactividad e hibernación).
Tiene una demostrada acción que favorece el crecimiento y además también se ha demostrado que promueve el consumo de oxigeno en los tejidos y potencia nuestra resistencia sobre la fatiga y el frío. En cuanto a su consumo, no existe una dosis específica concreta, sino que en función de la carencia tomaremos mayor o menor cantidad. Aunque lo habitual es una dosis de 100 mg/día en intervalos de dos meses y con un descanso de dos o tres meses.
El propóleo, un magnífico antibiótico natural
El propóleo es un súper antibiótico natural que se produce por la acción de las abejas sobre las resinas de los árboles y que ellas usan a modo de sellador en la colmena como barrera frente a virus y bacterias. Fundamentalmente, su efecto es que aumenta considerablemente nuestras defensas. Entre sus beneficios, puede combatir el cáncer, cura heridas y quemaduras y previene infecciones, es un eficaz remedio contra los resfriados, procesos gripales y problemas bucales, tiene efecto antiparasitario, elimina verrugas, combate los herpes, alivia la cistitis y eficaz contra molestias digestivas. Todo gracias a su contenido en bioflavonoides y sus propiedades antibióticas. En cuanto al resto de sus propiedades, tiene efectos antioxidantes, antibacterianos, antiinflamatorios, antialérgicos, remineralizantes y anticancerígenos. Al igual que el resto de los anteriores productos de la colmena, no debe tomarse de manera continua y siempre bajo vigilancia médica ya que en personas alérgicas puede producir algún síntoma sobre todo en personas que sufren de asma alérgico.
La cera, antioxidante e hidratante
La cera es el material usado por nuestras amigas para construir sus colmenas. Se trata de placas segregadas de manera líquida disueltas en una sustancia volátil por unas glándulas de las abejas jóvenes que se endurecen al contacto con el aire. Tiene un innumerable número de aplicaciones en la cosmética actual debido a sus propiedades antioxidantes e hidratantes y su alto contenido en vitamina A. Sus propiedades se traducen en una piel nutrida y humectada. Ayuda a darle brillo al pelo, también previene el envejecimiento del cutis a modo de mascarilla facial aportando propiedades emolientes y antiinflamatorias, es ideal para depilar el vello corporal. Por todo ello, solemos encontrarla en vaselina natural, velas naturales, cremas naturales y protector solar natural y también en pinturas, tratamientos para el cuero y otros usos de la industria.
La apitoxina alivia los procesos reumáticos y articulares
Por último, la apitoxina, el veneno que utilizan como vía de defensa frente a depredadores, tiene un gran efecto terapéutico: la conocida apiterapia. Se utiliza principalmente como tratamiento alternativo para el alivio de los procesos de reumatismo y de otras afecciones articulares gracias a sus propiedades antiinflamatorias del péptido 401, de la apamina y la melitina.
Alejandro Soriano Moreno
Naturaleza Savia destaca:
- De cada diez alimentos que comemos, al menos en cinco de ellos ha habido una acción directa de estos animales en un porcentaje que ronda entre el 75-80% sobre nuestros cultivos (por ejemplo, una plantación de cítricos puede aumentar su rendimiento entre un 15-30%).
- De las abejas se aprovecha prácticamente todo, principalmente: miel, polen, jalea real, propóleo, cera, hasta la apitoxina -sustancia presente en el veneno de su aguijón- se usan hoy en día. Incluso hemos comprobado en nuestras propias carnes el efecto relajante y terapéutico que tiene entrar en contacto con ellas sintiéndolas sobre nuestro cuerpo.
2 Comentarios
Me ha encantado este artículo sobre las abejas! No sabía que sus producciones tenían tantos beneficios! Muchas gracias por la info! Un saludo!
Nos alegramos que te haya gustado, María Ángeles. Son nuestras reinas. Nos dan mucho y es muy importante ser conscientes de ello y cuidarlas. Gracias por tu comentario.