El bloqueo es una imposibilidad de seguir una línea de pensamiento que afecta a nuestros comportamientos y a la vez limita nuestro potencial para conseguir nuestro objetivo marcado
¿Qué queremos decir cuando decimos me bloqueé? ¿Tuve un bloqueo mental? ¿O fue un bloqueo emocional? Cuando no fluyen las emociones se produce un bloqueo mental y viceversa.
En muchas ocasiones cuando nos bloqueamos nos quedamos en blanco. Sentimos que no somos capaces de pronunciar palabra. Merma nuestra eficacia. No podemos expresarnos con claridad. Nos sentimos incapaces de pensar, ni mucho menos de expresar con claridad. Y cuando pensamos en lo que nos está sucediendo, se apodera de nosotros una gran angustia. Y mucho más si para nosotros es de vital importancia esto que estamos viviendo o esto otro que queremos decir… dolor de estómago, desasosiego, rápidamente se disparan sensaciones de nerviosismo, desazón, anhelo, inquietud… No podemos controlar lo que nos está sucediendo y eso nos crea más incertidumbre.
El bloqueo mental es una resistencia provocada por la negación de algún pensamiento o de alguna emoción. De forma automatizada se pone en activo este mecanismo de defensa cuando nuestra mente quiere alejar aquellas ideas o sentimientos que nos inquietan y que no estamos dispuestos a aceptar.
Cuando nos sentimos vulnerables y sin saber qué hacer exactamente, nos encaminamos a aumentar nuestro estado ansioso, alimentando el bloqueo mental. Fácilmente, entramos en un bucle que nos dificulta salir de él.
Cómo reconocer el bloqueo mental
Normalmente los bloqueos varían de una persona a otra pero podemos reconocer algunos síntomas básicos que afectan a nuestra salud física y emocional, a nuestro equilibrio y bienestar.
- Dolor de cabeza, trastornos gastrointestinales, agotamiento.
- Ansiedad, frustración, estrés, insatisfacción, pérdida de energía, falta de confianza, falta de autoestima. Procrastinación. Vergüenza. Evitación de actividades.
Las emociones que afectan a nuestros órganos.
- Frustración, trauma, inquietud: Vejiga.
- Ansiedad, miedo, nerviosismo: Estómago.
- Ira, rabia, enojo: Hígado.
- Duelo, inseguridad, ansiedad: Riñón.
- Ansiedad, incertidumbre, autoestima: Páncreas.
Cuando hablamos de bloqueo mental estamos refiriéndonos a las emociones, es por eso su notoria relación para comprender que detrás de esa falta de fluidez en el discurso de los pensamientos, hay una evidente dificultad en el reconocimiento de las emociones y en la regulación y expresión de las mismas. El bloqueo mental es la expresión del bloqueo emocional y las técnicas de liberación emocional contribuyen a que los síntomas de bloqueos mentales, como la ansiedad, desaparezca.
Emociones y pensamientos vuelven a interactuar. En ocasiones, las emociones son las detonantes y en otras ocasiones lo son los pensamientos. Si sabemos manejarlos, podremos superar estos bloqueos, tanto el mental como el emocional. Es importante ser consciente del origen de éstos. Son un mecanismo de defensa.
El bloqueo de las emociones es un proceso natural con un claro objetivo: protegernos. Nos protegemos de una situación que nos desborda. Vivimos situaciones cargadas de emociones y en ocasiones nos sentimos desbordados. Situaciones como pérdidas de seres queridos, duelos, separaciones, despidos, pandemias, situaciones de elevado estrés… este mecanismo de defensa se pone en marcha para amortiguar este dolor que nos causa el arraigo del alma y que no podemos soportar. Este mecanismo nos permite avanzar, seguir hacia adelante hasta afrontar esta vivencia tan sumamente dolorosa.
Sería importante tener en cuenta lo siguiente:
- No machacarnos cuando estemos pasando por una etapa de bloqueo mental.
- No caer en el «no debería quejarme…», «yo no tengo problemas graves…», «hay mucha gente peor que yo…».
- No sentirnos culpables por no poder controlar esa situación.
- Tenemos derecho a sentirnos perdidos en momentos de nuestra vida.
- Lo más importante es no caer en la comodidad de convertirnos en sujetos pasivos.
- No regodearnos de nuestro propio malestar.
- Gestionar el estrés.
- Accionar.
- Pedir ayuda cuando lo necesitemos.
Lola Pérez Arocha
Naturaleza Savia destaca:
- El bloqueo mental es una resistencia provocada por la negación de algún pensamiento o de alguna emoción. De forma automatizada se pone en activo este mecanismo de defensa cuando nuestra mente quiere alejar aquellas ideas o sentimientos que nos inquietan y que no estamos dispuestos a aceptar.
- Es un proceso natural con un objetivo claro: protegernos. Nos protegemos de una situación que nos desborda.
- No debemos sentirnos culpables por no poder controlar una situación desbordante ni caer en la comodidad de convertirnos en sujetos pasivos o regodearnos en nuestro propio malestar.