Siempre se les atribuye la culpa de todos nuestros males, de nuestro exceso de peso y esos michelines que siempre están ahí.
Los carbohidratos son lo primero que nos quitamos cuando queremos reducir nuestro peso, es como una información innata sobre alimentación adquirida por generaciones.
El cuerpo humano es una máquina perfecta, diseñada para el bienestar y el equilibrio, para la escasez y no para la abundancia de alimentos, típico de nuestra sociedad occidental. Los macronutrientes -proteínas, hidratos de carbono y lípidos (grasas)- son la fuente de energía de nuestro organismo. Tanto proteínas como carbohidratos aportan la misma energía, 4 Kcal/g.
Ante la ausencia de carbohidratos, el metabolismo utiliza las proteínas, acumulando su exceso en michelines
Así, una ingesta proteica superior a nuestras necesidades aumenta el tejido adiposo; todo lo contrario de lo que gente piensa. El cuerpo es sabio, ante la ausencia de carbohidratos; el metabolismo utilizará las proteínas de la dieta y ante un exceso se acumulará en esos molestos michelines.
A priori hay una bajada de peso ante una “dieta proteica” pero no se mantiene en el tiempo. Antes o después volvemos a nuestra alimentación anterior, somos animales de costumbres, debido a que no hay una reeducación saludable y natural. El organismo funciona como un todo, no es un interruptor que se enciende o apaga, el metabolismo es complejo.
Olvida una dieta que vas a dejar mañana, practica un estilo de vida saludable para toda tu vida
Lo fundamental en tu alimentación es que haya un correcto aporte calórico y una distribución de los macros/micronutrientes, adaptados a tu objetivo personal; si comes más de lo que tu cuerpo necesita, sean proteínas, grasa o carbohidratos, el organismo detecta ese exceso, es cuestión de tiempo. Por ello es fundamental un hábito alimentario mantenido en el tiempo equilibrado y adaptado a cada objetivo; una alimentación mediterránea demostrada por multitud de estudios y respaldada por todo dietista.
El mito alimentario de que comer hidratos de carbono por la tarde engorda es una falacia; engordas si comes un exceso de calorías totales en tu día a día. No todos los carbohidratos son saludables; los complejos (almidón, fibra, etc.) los obtenemos de las opciones integrales: pasta, arroz y cereales son la elección más saludable.
Elimina los procesados y carbohidratos simples típicos de la bollería industrial, galletas y otros muchos alimentos, incluso los potitos de bebés son una bomba de azúcares simples para mejorar la palatabilidad.
Tenemos que volver a una alimentación más saludable, cocinar más en nuestra casa y descubrir sanos y nuevos sabores; descubriremos así un nuevo mundo lleno de salud en el que comiendo la porción adecuada de hidratos de carbono conseguiremos bajar nuestro peso corporal.
¡Recuerda mantener una relación positiva con la comida, es todo un placer!
Pablo Calonge
Naturaleza Savia destaca:
- Tanto proteínas como carbohidratos aportan la misma energía, 4 Kcal/g.
- El cuerpo es sabio, ante la ausencia de carbohidratos; el metabolismo utilizará las proteínas de la dieta y ante un exceso se acumulará en esos molestos michelines.
- Si comes más de lo que tu cuerpo necesita, sean proteínas, grasa o carbohidratos, el organismo detecta ese exceso, es cuestión de tiempo. Por ello es fundamental un hábito alimentario mantenido en el tiempo equilibrado y adaptado a cada objetivo y una alimentación más saludable y casera, alejada de los procesados.
- El mito alimentario de que comer hidratos de carbono por la tarde engorda es una falacia; engordas si comes un exceso de calorías totales en tu día a día.
Llénate de vida