Conoce tu poderosa naturaleza femenina, los arquetipos de las diosas que habitan en tu interior, y despliega tus alas
Las mujeres poseemos una amplia paleta de colores en nuestro interior y con demasiada frecuencia pintamos el lienzo de nuestra vida y de nuestras alas con unos pocos tonos familiares y seguros. Tenemos una idea limitada de lo que significa ser mujer. Nos ponemos límites a crear obras de arte con nuestras vidas al desconocer nuestra poderosa y multifacética naturaleza femenina.
Una eficaz herramienta para despertar nuestro potencial de mujer es conocer los arquetipos de las diosas que habitan en nuestro interior. Activar y abrazar estos arquetipos psicológicos nos muestra una nueva gama de colores y aspectos de nuestro ser que permanecían escondidos y latentes en nuestro interior.
Las cualidades de Hestia, paz, serenidad y atención plena, son fundamentales para incorporar a las demás
Las mujeres somos lo que imaginamos que podemos ser. Vamos a conocer nuestras diosas internas para poder incorporar sus poderosas herramientas:
Hestia es la diosa Mindfulness del Hogar, que sabe vivir en el aquí y ahora, con paz y serenidad. Hestia nos ayuda a conectar con el propósito de nuestra vida, a través de la atención plena en lo cotidiano, que ella experimenta como divino. Nos muestra la manera de disfrutar de las pequeñas actividades cotidianas y cómo sentirnos completas sin necesidad de nada externo. Las cualidades de esta diosa son fundamentales para incorporar a todas las demás. Ella nos regala la atención plena para parar, respirar y elegir la Diosa que necesitamos integrar en cada momento.
Artemisa es la mujer salvaje e instintiva que habita en nuestro interior, que nos conecta con nuestra naturaleza femenina más profunda y cíclica. Es el arquetipo de la hermana y amiga leal en la que confiar. Con su certero arco nos ayuda a enfocarnos en nuestros objetivos y tener la fuerza y la constancia para ir hacia ellos, pues no se rinde ante los obstáculos. Artemisa nos aporta concentración y claridad.
Atenea, la diosa de la Sabiduría y la Artesanía, es la gran estratega interna que nos acerca a nuestros objetivos con inteligencia emocional. Su gran templanza nos da recursos para gestionar las emociones con arte y equilibrio. Incorporar a Atenea en nuestro interior es como poseer un mando a distancia para dirigir nuestras emociones. Con ella podemos dar al “pause” de ese mando, respirar, observar con calma y decidir qué hacer sin sentirnos secuestrados por nuestras emociones.
Hécate, la diosa Oscura, nos muestra e ilumina nuestros aspectos sombríos, aquellos que proyectamos en otros y que tanto nos cuesta reconocer. Este arquetipo sabio nos ayuda a discernir, a observar sin juzgar y tomar la mejor decisión en los momentos de duda.
Afrodita, la diosa Alquímica del amor, activa nuestra energía sexual femenina y con ello el potencial creativo. De su mano podemos amar nuestro cuerpo, verlo bello tal y como es. Aporta la fuerza para cambiar, para transformarnos y florecer.
Hera, la diosa de la lealtad y el matrimonio, trae la energía para comprometernos y sernos fieles a nosotras misma, coherentes con nuestros valores y con las personas que amamos. Su fuerza nos permite casarnos con nuestros sueños, ser perseverantes en los compromisos para superar lo bueno y lo malo del camino.
A través del arquetipo de Deméter conectaremos con las actitudes de paciencia, compasión y generosidad. Ella es la diosa madre nutridora. Gracias a este arquetipo somos capaces de amarnos con fallos, de acoger con cariño nuestros defectos. Deméter nos ayuda a abrazar a nuestra niña interior. Una vez que somos madres de nosotras mismas, podemos ser amorosas con nuestros propios hijos, mascotas y otros seres.
La diosa Perséfone, la doncella inocente, la niña interna, nos regala la actitud de la apertura y la receptividad a la vida. Con ella somos capaces de estar en contacto con el mundo intuitivo e inconsciente.
Al conocer y permitir salir el gran potencial femenino dejamos el estrecho corsé de la pequeña identidad
Cuando nos damos cuenta de que no soy solamente un Yo, sino que en mí hay un gran comité de Yoes poderosos y sabios, las diosas, con muchos recursos, voces y maneras de ver y comprender las situaciones, nos abrimos a nuevas posibilidades en la vida. Al emplear la gran paleta de colores que tenemos en nuestro interior nos sentimos más completas y poderosas, dejamos el estrecho corsé de la pequeña identidad con la que nos definíamos y ampliamos nuestra idea de Yo.
Los arquetipos de las diosas representan la totalidad de aspectos que viven en nosotras, unas de un modo más activo que otras, algunas como luces y otras como sombras. Son patrones de nuestro Femenino Divino.
Tatiana Muñoz
Naturaleza Savia destaca:
- Las mujeres tenemos una idea limitada de lo que significa ser mujer. Nos ponemos límites a crear obras de arte con nuestras vidas al desconocer nuestra poderosa y multifacética naturaleza femenina.
- Activar y abrazar los arquetipos de las diosas, desde una feminidad consciente, nos muestra una nueva gama de colores y aspectos de nuestro ser que permanecían escondidos y latentes en nuestro interior.
- Cuando nos damos cuenta de que no soy solamente un Yo, sino que en mí hay un gran comité de Yoes poderosos y sabios, las diosas, con muchos recursos, voces y maneras de ver y comprender las situaciones, nos abrimos a nuevas posibilidades en la vida.
Llénate de vida
Si quieres profundizar en todos tus potenciales, te gustará el libro
«Las diosas de cada mujer», de Jean Shinoda Bolen (ed. Kairós)