Os traemos un bello cuento de Mercè Conangla y Jaume Soler sobre el valor y el coraje y el miedo y la inacción
Ésta es la historia de dos semillas que habían sido arrojadas en el surco del arado.
Quiero crecer -dijo la primera semilla-. Quiero que mis raíces se hundan profundas en el suelo, que mis retoños rompan la corteza de la tierra que tengo encima. Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas y anunciar con mis brazos la llegada de la primavera… Quiero sentir el calor del sol y la frescura del rocío en mi rostro. Quiero vivir y dar vida.
Y, entonces, la semilla creció.
La segunda semilla dijo:
-Tengo mucho miedo. Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través del suelo, puedo herir mis frágiles miembros, el viento me castigará, me dolerá el fuego del sol y cualquiera podrá pisarme o arrancarme. Es mejor que me quede quieta, acurrucada en la tibieza del surco, hasta que vea con más claridad lo que debe hacer o tenga mejores garantías de que esto saldrá bien.
Entonces, la semilla esperó. Y vinieron unos pájaros, empezaron a escarbar buscando comida y uno de ellos encontró la semilla miedosa que esperaba y se la comió.
Cuento de Jaume Soler y Maria Mercè Conangla, autores del bestseller «Aplícate el cuento» (ed. Amat).